La presencia de Jesús en la vida, en el corazón de los hombres, es el regalo más hermoso que se puede disfrutar en este mundo.
La vida, nuestra historia, nuestros afectos, nosotros mismos, muchas veces nos causamos daño. Nos herimos, nos sentimos frustrados, la tristeza muchas veces nos come por dentro. Eso nos sucede porque somos imperfectos, porque cometemos errores, porque nos equivocamos… de eso se trata la vida no??
Pero eso nos lastima, nos hace daño. Entonces nuestro corazón sufre, nos apenamos, sentimos bronca, impotencia, muchas veces angustia…
Dios no nos prometió una vida sin dolor. La vida consiste en eso, en que habrá dudas, habrá tristeza, habrá cosas que no nos agradan, que no salen como nosotros queremos… tantas cosas por las que nos preocupamos no??
Yo no busqué a Jesús. Al contrario… No lo conocía, y por eso también lo rechazaba. Yo no hice nada para que esté en mi vida, para me acompañe. Jesús me buscó. De una forma muy dulce tocó mi vida, en el año 2009, cuando yo atravesaba una crisis de crecimiento que, me estaba afligiendo mucho…
La llegada de Jesús significa inundar tu vida con Amor, con Gozo. Eso es la Navidad. La Navidad es el cumplimiento de la Promesa, la Promesa que Dios le hizo a sus hijos que le aman… ESTARE CONTIGO HASTA EL FIN DEL MUNDO….
Los momentos duros que muchas veces atravesamos son en realidad oportunidades. Oportunidades que tenemos en nuestras vidas para ser mejor, para vivir distinto, para ser más felices.
La presencia de Jesús en tu vida significa tiempos de gozo muy profundo, donde uno aprende a valorar y a disfrutar de las cosas pequeñas, esas que son las más lindas: compartir con los que queremos, consolar al que sufre, disfrutar de lo sencillo, sentirse amado por los demás…
No importa cuando, ni cómo, ni que somos ni hemos hecho, ni cuanto estamos sufriendo… Jesús quiere venir, venir a tu corazón, inundarlo de amor, de serenidad, de paz, de esperanza…
La foto la tomé en Berlín, hace algunos años. Allí estuve en el Monumento del Holocausto, que es la representación en homenaje a los judíos que fueron víctima de un mundo que no quiso sentir a Jesús en su corazón.
Nosotros podemos dejar de preocuparnos por tantas cosas que nos turban, y que nos hieren… Hacer silencio significa buscar dentro de uno mismo, reconocer nuestros defectos, mirar nuestras heridas y perdonarnos. Hacer silencio significa dejar de estar tan pendiente de lo que vivimos para afuera, y ocuparnos de lo que es verdaderamente esencial: nuestros sueños, nuestros anhelos más profundos, las cosas que sentimos…
Ojalá que todos aprendamos a perdonarnos, a superar el rencor y a saber mirar para dentro de nuestro corazón, y de nosotros mismos.
Allí puede venir Jesús… y transformar nuestras vidas para siempre…
Ese es mi deseo…
FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!!
No Comment! Be the first one.